alicia encadenada

Cuantas partes del cuerpo
Fueron dominadas por Alicia
Retractora del tiempo
Ignorada por la justicia

Quien no fue participe
De la agudeza de su charla
Quien no osó tocarla
Dejando poco para su príncipe

Maldito el día oscuro
En que su cuerpo conoció el pecado
No por considerarlo yo puro
Sino por haberlo presenciado

Fue más bien una tortura
Un morboso pasatiempo
Fue la libido y la gula
El calor de aquel momento

Mas las rimas no satisfacen
Lo que sí logró la música
Cual costumbres impúdicas
Superan lo que el amor nos hace

Así se pasó la vida
De boca en boca, de cama en cama
Así convirtió en rutina
Aquella chispa que en ella es flama

No le cobró a ninguno
No corrompió el negocio
Del rigor del ayuno
Pasó al alcohol y el ocio

Se puede situar su muerte
Entre callejones y malos bares
Sin embargo no hay lugares
Que emplacen la mala suerte

Esta se ve regida
Por circunstancia y situacionismo
Dicen que eso no es vida
Mas de la muerte opino lo mismo

Con sentimientos encontrados
Cuento una historia falsa
De aquellos cien enamoradas
Que con el virus pagan la falda

Cualquiera correría el riesgo
De sumergirse en el placer
Cuando se trata de la mujer
Que por falta de algo creó mi ego

Alicia fue encadenada
Mas solo por un momento
Mañana vuelve casada
Pasado está en un convento

Instrucciones para un buen insomnio

(Usted sufre de insomnio leve, le cuesta dormir y lo hace por muy poco rato. Además, no se siente descansado cuando ha realizado las escasas horas de sueño)

Materiales:

- un balón (ojalá una pelota de tenis o algo más pequeño)
- periódicos (de cualquier fecha) que contengan puzzles, sudoku, etc.…
- vino, marihuana, ron, LSD o heroína, etc.…
- una radio o un televisor o un computador con Internet
- encendedor o fósforos
- parafina, bencina o alcohol de quemar, etc. (cualquier líquido inflamable)


Instrucciones:

Accione el botón que da energía a su artefacto (televisor, radio o computador con Internet). Ponga encima los puzzles u otros juegos lógicos y de ingenio que haya recolectado. Tome el balón que haya escogido y láncelo con suficiente fuerza hacia el aparato de tal manera que éste último se vea destruido. Luego, deposite con violencia el balón lo más ridículamente posible dentro del aparato. Empape totalmente esta surrealista torre de pasatiempos con su líquido inflamable a disposición y encienda con mucho cuidado. Comenzando así un hermoso incendio que disfrutará mientras consume la droga de su elección. Acto seguido, salga raudamente del lugar donde realizó el extraño ritual y corra por las calles de su ciudad hasta que se vea cercano a algún grupo de gente, manifestación o persona solitaria e invítelos o intégrese a realizar cualquier acción del tipo social (desde conversar hasta terminar golpeándose sin razón).




Pos scriptum: es importante tomar en cuenta algunos detalles. Por ejemplo, debe asegurarse de que el artefacto en cuestión le pertenezca; la droga que consuma debe reservarla para el momento místico del recién iniciado incendio; habrá que asegurarse de que el fuego no tenga posibilidad de expandirse, puesto que será abandonado a su suerte; es preferible no realizar estos actos de auto-protesta frente a: carabineros, neo nazis, lugares públicos, sectores privados, comerciales, etc.; si decide conversar con las personas que encuentre, asegúrese de que aquellas tengan la disposición de hacerlo, pues sino es así, su decisión se verá pisoteada literalmente; si decide golpearse sin razón con las personas que encuentre, asegúrese de que estas tengan la contextura menos adecuada para enfrentarse a usted. (Tendremos insomnio, pero no somos huevones).
Lo que resulte de esta particular aventura queda para ser considerado sólo el día posterior. Entre las posibilidades se cuentan: una terrible resaca, una semana en la posta, unos días en prisión y sus obvias consecuencias, la irremediablemente sensual noche con una persona del sexo opuesto bajo las sabanas del pecado, la inusual noche con sabanas pasadas a pescado y abajo el sexo irremediablemente puesto, todas estas y sus variaciones.

Nota: el autor no da garantía respecto a ninguna de las posibilidades recién citadas.