"cuando me hablan del destino cambio de conversación"

Nada comienza cuando debe, todo termina en el momento preciso. Es increíble lo que se puede hacer cuando no tienes mucho donde elegir. Perder y ganar ya no son conceptos que se puedan diferenciar entre ellos, es claro que no sabemos cuando estamos viviendo el uno o el otro. Es cierto, uno está siempre acompañado de una carga proporcional del otro. Entiendo que gano cuando quiero sentir que gané y que pierdo cuando se hace estrictamente necesario para nivelar la autoestima. Sin embargo, hay veces que la vida no responde a mis reglas. Más de alguna vez me he visto perdiendo cuando lo que más necesitaba era ganar. Amor, salud y el puto dinero. ‘azar’ dicen que se llama, ‘cue’a’ para los amigos. Concepto extraño, que parece sólo ser perceptible como tal cuando ya ha sucedido. Es por tanto idéntico al destino y a la manipulación de los sucesos, son sólo nombres con mitos distintivos que refieren a una misma cosa: cómo explicar el pasado sin sufrir por el futuro y así resistir con calma el presente. En lo personal, a estas alturas creo que hay una cuota de cada concepto en esta cuestión de los sucesos ya pasados, excepto al referirme al destino. Creo que el ser humano es capaz de determinar el futuro gracias a la manipulación de los actos presentes, intentando tomar en cuenta la mayor cantidad de ‘mundos posibles’ que se puedan llegar a dar azarosamente. Pero al hablar del destino creo que es más que todo un nombre para el conjunto de cosas que ya han sucedido, jamás podré decir que lo que viene en adelante responde al destino determinado que entendemos por destino (recuerdo que el destino es el lugar o punto al cual se dirige algo, si no me equivoco). Es decir, puedo conocer la manipulación porque se da en el presente, puedo esforzarme por manejar los posibles sucesos azarosos, pero no puedo decir con exactitud cuál es el destino. No es tan complicado si eres lo suficientemente perezoso como para quedarte con el uno o el otro.
Si tuviera la capacidad de rezar y pedir creyendo, podría tener fe en ese destino al que me refiero, sería todo mucho más fácil. Podría ahorrarme el suspenso y saber cuándo mierda me voy a suicidar, o cuando seré asesinado. ¡Claro pues! Si el destino determinado existe, nuestras muertes jamás serán accidentes, algo o alguien nos está asesinando sistemáticamente a todos, está conservando el equilibrio del destino que debe ser respetado. Incluso el suicidio iría en contra de mi voluntad, sería lo que se bromea a veces o se utiliza poéticamente como “suicidio en defensa propia” con un grado de esquizofrenia más elevado donde mi otro yo es estrictamente externo y llamamos dios. ¡El nombrecito!

¿Qué gracia tiene la vida en un mundo con destino determinado? ¿Qué pasa con el amor? ¿Qué pasa con el odio? ¿Que sucedería con el placer y el sufrimiento? ¿Qué provocaría hacerse estas preguntas? Es que a veces no puedo creer que haya gente que sea capaz de sacrificar todo esto por una creencia que sirve estrictamente para hacernos la vida más fácil, pero la hace mucho más aburrida, eso puedes tenerlo por seguro. Prefiero dudar de la existencia, dudar del amor, dudar de la necesidad de vivir o morir, prefiero hacer todo esto constantemente, creando una extraña locura con la que sufro y gozo a la vez, contrariando toda regla de placer puro y disfrutando el sadomasoquismo intelectual de la duda filosófica. Prefiero verme morir a mi y a mis amigos creyendo que no hay nada en que creer, siendo una rareza en la autopsia, dejando de herencia sólo una investigación inconclusa sobre las verdaderas causas del deceso y un puñado de perdidos riendo y quebrando botellas vacías sobre una tumba sin nombre. Prefiero todos estos terribles y hermosos mundos posibles antes que solucionar todo con algún principio fundamental, antes que solucionar todo a través de un elemento o conciencia primera.

¿Qué hacer entonces? No lo sabré, elijo manipular algunos sucesos, dejarme llevar por estricto azar en otros, disfrutar de los constantemente irónicos resultados y llorar y reír como se hace necesario.