jueves, marzo 09, 2006

¡uffff!

¡uffff! Respirar. Largos y profundos lapsos de inhalar y exhalar. Intentar no percibir los olores que dominan el ambiente encerrado y transpirado del lugar. No, fue imposible. Debo pararme al baño, debo deshacerme de esto. Cuesta caminar, se tuercen las rodillas hacia lugares equivocados. Los cabezazos con la pared son involuntarios. Siento como si me hubieran esquinzado todos los huesos quirúrgicamente, de manera que dolor no sintiera, pero que tuviera que vivir con la imposibilidad de moverme con libertad. Llego a depositar lo que no es mío. Mi frente se adelanta al resto de mi cuerpo y da con violencia un empujón a la tapa de cerámica que cubre la sofisticada maquinaria del ‘water’. Logro distinguir que el plástico que divide a esa pequeña posa sin vergüenza del mundo que no admite toda su propia mierda, se encuentra cerrada. Levanto esta tapita como si se tratara del cajón que encerró toda mi vida y por primera vez se está prestando a revelarme que todo se redujo a… ¡¿porqué no tiran la cadena?! Me imagino que a los amigos no les parece suficiente que el planeta este cantando reggeaton alrededor tuyo mientras tratas de levantarte y un montón de tetas de silicona van golpeando tus articulaciones, sino que además quieren que presencies lo que a ellos les tocó recordar. Ahora no tienes sólo nauseas, por primera vez en la noche algo te dio asco y no tuviste la cara como para recriminárselo con un insulto, una discusión fundamentada o un buen derechazo en las partes más delicadas de su rostro. Así, procedo a deshacerme de mí mismo, casi dos litros de bilis con alcohol barato y algunos restos de un pan que pude rescatar del supermercado. Algo de razón vuelve a mi cabeza, una buena dosis de agua fría en la cara lograrán algún cambio. Puedo volver a dormir. Puedo soñar con restos de vida un poco menos indecentes, un poco menos mal tratados. Puedo tener pesadillas conmigo mismo haciendo todo aquello que hice. Puedo despertar y no arrepentirme de nada. Recordar que compartí grandes momentos, recordar que entregué y me entregaron mucho. Puedo recordar que hubo amor en todo eso. Lloramos, reímos, nos cansamos, nos repusimos. Puedo recordarlo, incluso con dolor de cabeza. Puedo recordarlo incluso mientras recuerdo que la gastritis vuelve cada vez que logro olvidarla a través de enfermedades voluntarias. No hay arrepentimiento, es más, algunas veces hay ganas enormes de repetirlo de inmediato. Incluso a veces no quisimos parar, estuvimos dispuestos a pagar precios mayores para vivir eso de morir esperando no despertar de nuevo. Morir trágicamente. Like a rolling stone. Ser mártires de los que no quieren lograr nada. Morir a diario, pretendiendo no renacer. Pero la vida es más ruda que nosotros. Nos tiene preparado un día más y responderemos a eso con una nueva dosis de fermentos y destilados que no reposaron jamás, no pueden con nosotros cerca. Habrá cocaína manchando espejitos de minas pretenciosas o de adictos sin remedio. Habrá marihuana peligrando en la mezcla con el neopren, la pasta base y la mierda de caballo. Habrá hielo, semen, fa sostenidos, sangre y bilis. Pero habrá cada vez más y menos vida. Esa es tu oportunidad de escapar. Cuando te acobardas frente a la precariedad de ser parte de un mundo al que nadie pertenece. ¿Escaparás? A veces es bueno considerarlo. Todo depende de en cual grado del tambaleo suicida te encuentras, todo depende de cuanto tienes para arriesgar. Todo depende de cuanto quieres tener algún día para poder darte el lujo de arriesgarlo o no. Se les llama esperanza, se les llama desencanto. Se les lama religión, familia, vida. No todos tienen el privilegio de decidir día a día con cuanto morir, con cuanto revivir y por cuanto tiempo hacerlo. Es un privilegio, el día en que sea un derecho sólo explotaremos aquello que nos entrega el placer inmediato de fallecer rápidamente sin asesinar más que lo que parece ser tuyo.

4 ¿y qué dijo el otro?:

Blogger VHL said...

Ese dia llegara cuando ya se haya ido. Te mande un mail recomendandote un trabajo de Eduardo Llanos sobre Gonzalo Rojas puedes verlo en http://200.72.159.9/mchilena01/temas/documento_detalle.asp?id=RC0059811

10:18 a. m.  
Blogger César said...

Capacidad de elección...
Sin mayores miramientos, que esos momentos, lo mejor de todo, es que no hay arrepentimientos.
Llegue a este espacio, por el blog del Pablo, es muy bueno, congratz!

10:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

me pareció un poco poco.. me comprendes mendes??? un poco ingenuo, un poco falto de...mmm palabras mas exactas?? quizá... todo se puede mejorar, hasta nuestra propia muerte... que no ni no, si quiero morir sentado, morir muriendo como decia mi abuelo, morir de lejos y no tan cerca, morir sin lagrimas, morir contento, porque contento vi el mundo, contento respiro, contento me vuelco a las calles, contento contemplo los árboles, los pájaros (que no vuelan por ser libres sino por buscar comida... te acordai cuando Aliro dijo esa wea?? uta que me gusto...) y porque no decirlo, un gran libro en la mano, contento de que nuestro amigo Cortázar, haya existido...

saludos.

7:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

y si no es mio de quien entonces ? , acto de puro egoismo o de una cobardia inigualable...
Mejor mañana y todo sigue incluso los pajaros copulando en tu venta

Me gusta como escribes.

2:37 a. m.  

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